miércoles, 12 de enero de 2011

Un secreto

Hoy lucharé por ti. El mundo está en nuestra contra. No pueden creer que un hombre pueda querer tanto a una mujer en estos tiempos posmodernos de mierda. Pero lo hago: te amo. Han pasado más de 5 años y todavía, de vez en cuando, me puedo despertar con una sonrisa si es que he soñado contigo. Hoy lo hice, pero no fue exactamente una sonrisa lo que había en mi rostro cuando abrí los ojos. Conversamos mucho más que en las fechas especiales que todavía respetamos, en las que intercambiamos algunas palabras aún sin poder olvidar el ilusorio abismo que existe entre nosotros. Te conté que te extraño. Me enteré que tus estudios te estaban quitando horas de sueño, pero que te iba muy bien. Analizamos juntos mi personalidad. También la tuya. Acordamos que somos el uno para el otro, pero en ese momento desperté, como si no pudiera haber otro paso luego de aquello. Unos segundos después sonó mi alarma, y, mientras la apagaba, me limpiaba una lágrima de cada ojo.
 Debo ser un bicho raro entre la multitud. Un chico que solo tiene ojos para una. Pero, ¿sabes?, creo que así es mejor. Porque cuando volvamos, podré dedicarme por entero a ti. Cada día, una de mis metas será hacerte reír. Y solo a ti. Cada flor que vea la imaginaré en tus cabellos. Lo sé, el mejor color para ti es el celeste ("fucsia", insistes en llamarlo), pero quizá un girasol no te quede mal. En especial con tu vestido blanco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario