miércoles, 2 de diciembre de 2009

Debería odiarte... pasó lo que ya había sucedido, a pesar de que prometiste de que no sería así. Pero no puedo odiarte, solo puedo seguir viendo cómo de un cielo gris y sin gracia cae una lluvia que no hace más que recordarme a ti.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Simple

El solo poder sentarme a su lado, sin tener que preocuparme si se va a poner incómoda o no, es demasiado.