viernes, 13 de junio de 2008

Y te conocí

Un día normal bajo un clima normal con calles comunes y corrientes.Tomó el tren como siempre rumbo a la escuela. Bajó en la parada de toda la vida, con el humor de siempre y acompañado de la soledad de siempre. Estaba repasando mentalmente la matería que iba a ser motivo de evaluación cuando la vió.Estaba sentada mirando al piso. Algo brillante surcaba las curvas de su delicado rostro.
Él se paró un momento a contemplarla mientras sentía la lluvia caer. No supo qué hacer. La encomendó mentalmente a Dios y siguió caminando. Zapatos antiguos se desplizaron en frente de ella. Ella levantó la mirada al escuchar el ruido de la caida. Unos murmullos salían del adolorido cuerpo del chico. La mueca de tristeza, poco a poco, comenzó a cambiar a algo indefinido... luego se convirtió una sonrisa. La sonrisa en risa. Luego de semanas de días con olor a soledad y textura de oscuridad. Una carcajada, extinta hace mucho, hizo temblar su cuerpo.
Horas más tardes, lloró como siempre, de pena como siempre. La única diferencia fue que esta vez sentía pena al darse cuenta que había dejado de sonreir por tanto tiempo.
Él, completamente avergonzado, no hizo más que caminar lentamente simulando el intenso dolor que sentía. Ella seguía riendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario